Eso decía el estado de una amiga en el FB, y concluía: NADA ES TUYO EN REALIDAD. Quizás hay cosas que pensamos que son nuestras, como una cámara de fotos o un departamento. Quizás pensemos que nuestro tiempo nos pertenece o que una persona es nuestra, o que poseemos el mundo pero en realidad esto es verdad solo hasta cierto punto. El punto final, es decir la muerte.
No soy ni suicida ni necrófilo, pero pienso que tener la realidad de la muerte presente en tu vida es beneficioso para la misma porque te enseña a discernir lo importante de lo vanal y lo constante de lo efímero. Habría que limpiar la imagen pública del concepto MUERTE, respetarla por supuesto pero no volverla un tabú. Después de todo, la realidad de la muerte es el germen del instinto.
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